Hermandad de San Esteban 

Es Martes Santo (carta del Hermano Mayor)

Queridos hermanos:

Es Martes Santo, uno de los días más esperados en el calendario anual de los hermanos de la Hermandad de San Esteban. Pero este año 2020 lo viviremos de forma diferente, especial, más difícil, pero, quizás, también de forma más profunda e interiorizada.

Las circunstancias provocadas por la pandemia del Coronavirus hacen que estemos viviendo estos días previos sin los trabajos preparatorios de montaje y preparación de los pasos procesionales, sin comprobar si aparecemos o no en las listas de la Cofradía y sin la inquietud de si nuestra túnica y nuestra medalla estarán, junto con la papeleta de sitio, en perfecto estado para encaminar nuestros pasos hasta la iglesia de San Esteban a la hora señalada para realizar nuestra anual Estación de Penitencia.

Sin embargo, este Martes Santo no podremos realizar la Estación de Penitencia al modo tradicional. Este año se nos presenta la oportunidad de vivirlo de otra forma: en familia y en nuestros hogares, cuidándonos y cuidando de los nuestros. Porque, ahora mismo, lo más importante es la Salud de todos y este sacrificio que todos estamos haciendo de forma ejemplar tendrá su recompensa cuando superemos esta situación tan adversa.

Quiero tener un recuerdo muy especial en estos momentos para unos hermanos nuestros que sí harán la Estación de penitencia este Martes Santo, pero de una forma muy diferente y comprometida, y para ellos os pido vuestro cariño y gratitud. No la harán revestidos con la túnica celeste y crema, sino vestidos del color verde de la esperanza y blanco que utilizan nuestros hermanos profesionales de la salud o sanitarios, con el azul y verde que utilizan nuestros hermanos policías locales, nacionales y miembros de la Guardia Civil o con el caqui que utilizan nuestros hermanos que trabajan en las fuerzas armadas. Todos ellos, junto con otros muchos hermanos nuestros que trabajan en otros tantos puestos de trabajo igualmente esenciales (farmacéuticos, panaderos, funcionarios, periodistas, gestores públicos, en el sector de la alimentación y  transporte, etc.) son nuestros hermanos que más directamente vienen luchando y sacrificándose para contrarrestar las consecuencias de esta pandemia y son ellos a los que nos vamos a unir, como cirineos espirituales, para que su Estación de penitencia sea más liviana y exitosa.

Quiero, igualmente, acordarme de nuestros hermanos de más edad. Ellos son el bien más preciado que tenemos, deben ser ahora, más que nunca, nuestro centro de atención, de cuidado y de cariño. Son ellos los primeros necesitados de Salud, esa que cada día les acerca nuestro Sagrado Titular, al que le pediremos siempre para ellos su bendición. Son ellos quienes cuidaron tantos años de nuestra Hermandad y los que nos transmitieron esta devoción a Jesús y a su bendita Madre y, por ello, quiero hacerles llegar mi más sincero y profundo abrazo en nombre de todos.

También quiero mandar un gran abrazo a todos los hermanos que, desde casa, fijarán su pensamiento con añoranza en esa puerta ojival cerrada, recordando cómo la atravesaban cada Martes Santo acompañando a nuestros Sagrados Titulares: a nuestro cuerpo de nazarenos y penitentes, a los diputados, celadores, canastillas, costaleros, aguadores, acólitos, monaguillos, músicos, médicos, diputados exteriores, prestes, etc. Para todos ellos mi recuerdo en nuestro día, invitándolos a todos a unirnos en oración para pedir por todas las personas que están sufriendo o han sido víctimas esta pandemia.

Me gustaría agradecer también a todas las áreas de la Hermandad el trabajo que han venido realizando para la preparación de una nueva Estación de Penitencia que, desgraciadamente, no podrá llevarse a cabo: a la Diputación Mayor de Gobierno, a la Priostía, a los Capataces y Costaleros, a la Secretaría, a la Mayordomía y a sus respectivos equipos de colaboradores; a todos, muchas gracias. Y gracias, también, a los que, a pesar de la situación, siguen trabajando al pie del cañón; especialmente a la Diputación de Formación, que continúa con las catequesis online; al área de Comunicación, que nos mantienen informados y llevan a nuestros hogares el rostro de nuestros amados Titulares y, cómo no, al equipo de la Bolsa de Caridad y a todos sus hermanos voluntarios, necesarios más que nunca estos días, y que siguen prestando su servicio a todos los hermanos que lo demandan en esta situación en la que nos encontramos.

Quiero invitaros a todos a unirnos y participar durante el Martes Santo, desde casa o desde vuestro puesto de trabajo a los actos que la Hermandad ha programado para vivir desde nuestros hogares este día tan especial. Y os voy a pedir que lo hagáis con la medalla corporativa al cuello durante toda la jornada en señal de unión con todos los hermanos y de devoción a nuestros Titulares, meditando y orando al Señor y a la Santísima Virgen, implorándoles por la Salud de los enfermos y el amparo de los más desfavorecidos Así, cualquier otra persona que nos pueda ver durante el día nos identificará como fieles devotos de nuestros Titulares y como ejemplares miembros de nuestra Hermandad de San Esteban.

Como marcan nuestras Reglas, a partir de las 11:00 horas celebraremos nuestra habitual Eucaristía de la mañana del Martes Santo y, tras ella, rezaremos el piadoso ejercicio del Vía Crucis, que sustituirá por este año a nuestra Estación de Penitencia. Por la tarde, y coincidiendo con el momento central de la jornada, cuando nuestra Hermandad transcurre por la Santa Iglesia Catedral, se realizará la meditación ante Nuestro Padre Jesús de la Salud y Buen Viaje. Queremos que sea un momento íntimo y contemplativo del Misterio pasional que representa nuestro Titular, que nos invite a todos a la oración y a la reflexión.

Todos estos actos serán retransmitidos por los medios de comunicación de la Hermandad. Además, os animo a participar en nuestras redes sociales, para así sentirnos todos más cerca en este día que suele también día de reencuentros y en el que los más veteranos hablan a los más jóvenes de sus vivencias en la Hermandad.

También quiero recalcar la importancia de seguir celebrando, como cristianos comprometidos que somos, los cultos que en estos días conmemoran la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, que es lo verdaderamente trascendental de nuestra Semana Santa y que, gracias a los medios de comunicación, podremos seguirlos: Santos Oficios del Jueves y Viernes Santo y, por supuesto, la celebración de la Pascua de Resurrección, hecho trascendental de nuestra fe, sin la que nada de lo que hacemos tendría sentido.

Quiero terminar transmitiendo ánimo, solidaridad y cariño a todos mis hermanos, especialmente a los afectados por la enfermedad o por la crisis que conlleva esta pandemia. También recordaros que la Hermandad permanece viva y activa durante todo el año y que nuestros Sagrados Titulares están siempre esperándonos, ya sea un martes o cualquier otro día del año, para recibir nuestras oraciones y darles las gracias por haber superado esta situación.

Mi oración de hoy a Nuestro Padre Jesús de la Salud y Buen Viaje y a María Santísima Madre de los Desamparados será por todos vosotros y por vuestras familias, para que os den su bendición y sobre todo os otorguen siempre Salud y Amparo.

Un fuerte abrazo de vuestro Hermano Mayor.

Jesús Bustamante León

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Ps. Os dejo los enlaces:

 

 

 

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